Permitirme la licencia que esta vez escriba pensando en las buenas gentes de nuestros pueblos, en las cosas que nos divierten y nos hacen felices, como diría Don Antonio Machado
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
*
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
*
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
*
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra
Nos llega el verano y con él, las ferias y fiestas patronales de los distintos pueblos y ciudades de la geografía hispana.
Las fiestas patronales, son actividades imprescindibles, son necesarias, hacen comunidad, trasmiten los usos y costumbres de cada localidad, consiguen que las distintas generaciones participen de un mismo rito, lo que estimula el conocimiento de la tradición, favorecen las relaciones entre familiares, amigos y vecinos, se comparten risas, comida, bebida, canciones y bailes, se recuerdan las formas y maneras de adornar los espacios, que siempre cambian tratando de ser los mismos, también sirven para recordar a quienes ya no están y los recordamos “de fiesta”, las anécdotas de otros días festivos cuando todavía estaban entre nosotros y tenían el protagonismo que ahora tienen otros, en fin, si no existieran las fiestas patronales, habría que inventarlas.
Desde mi punto de vista, todas las fiestas se basan en comer, beber, cantar, bailar y amar, pero en exceso, es el exceso el que da carácter festivo incluso a actividades muy parecidas de los días corrientes, es el exceso el que rompe la rutina de la vida diaria para trasmitirnos la sensación de alegría, de bienestar, de familiaridad y de camaradería.
Son momentos de compartir, son momentos comunitarios frente al individual ganarse el pan de cada día, son momentos también de recorrer o visitar algunos lugares que pareciera que solo están reservados para la fiesta y la alegría, las ermitas, algunos parques o parajes, las zonas habituales de reunión cambian o se amplían durante esos días.
Como su nombre indica, se celebran en honor del santo patrón o la virgen patrona de la localidad, que es respetada por creyentes y no creyentes, he conocido ateos que se habrían peleado por defender el buen nombre de la virgen o el santo de su pueblo. Se celebran actividades religiosas que suelen ser más multitudinarias que los oficios habituales, la gente se pone sus mejores galas y comparte los actos religiosos sin importar la intensidad de las creencias de cada cual. Del mismo modo suelen programarse actividades culturales con intención de conseguir una mayor participación de los vecinos, conciertos para las distintas edades y los distintos gustos de la población, verbenas, festivales, atracciones infantiles, deportes y juegos al aire libre y también de mesa, exhibiciones y promociones comerciales con productos típicos de la zona o de especial interés para las poblaciones.

También es un buen momento para los negocios de hostelería de la localidad y aquellos más cercanos a los parajes donde se celebran los festejos. Se genera mayor afluencia de clientes lo que genera mayores ventas y también refuerzos en las plantillas de trabajo.
Las fiestas patronales son momentos que nos muestran la interrelación de distintos elementos de nuestra sociedad, los hechos culturales, económicos, sociales y religiosos se entremezclan de forma particular generando los sentimientos de identidad y pertenencia a la comunidad, lo que sin duda refuerza las relaciones sociales y refuerzan las tradiciones y la diversidad de cada pueblo o ciudad.
La mayoría de las ferias y fiestas tienen muchos elementos comunes, la música y el baile en las calles o en los recintos feriales, la gastronomía, los oficios y procesiones religiosas, las atracciones de feria infantiles o de adultos, los “cacharritos”, los carteles de fiestas y sus concursos de cada año, los farolillos y banderolas, los fuegos artificiales, todas ellas iguales y todas diferentes, cada una con sus particularidades que la hacen única.
Os deseo que cantéis, bailéis, comáis, bebáis y améis en exceso. Muchas felicidades para todos.

VIVA EL ROCIO Y MARIA SANTISIMA
Te pido que hagas un milagro que todos los devotos de España te piden y te agradecerían
Muchas gracias por leerme, Rafael
Cada cual pedirá a su santo o a su virgen su milagro preferido, lo que supongo que no se lo podrán fácil porque en esta España nuestra siempre ha sido dificil estar todos de acuerdo en algo.