Según la RAE en su segunda acepción, la paz es «Ausencia de conflicto o enfrentamiento entre personas» y hacer las paces «Reconciliarse o poner fin a un enfrentamiento (con él)», me gusta usar la RAE de parapeto ante esta realizad que nos atenaza llena predicadores retorcedores de la lengua patria
Paz es lo que llevamos viviendo desde el fin de la Guerra Civil (1936-1939) que tantos hermanos y familias enfrentó por unas ideas y unos extremismos a los que nunca se tenia que haber llegado. Paz es lo seguimos viviendo tras la muerte del dictador, el fin de los GRAPO y ETA, por que aunque muchos se empeñen en sacudirnos, sabemos vivir en paz.
Ayer se realizó el enésimo acto en recuerdo a los caídos del bando republicano, esta vez en los once Stolpersteine, once montillanos exiliados que acabaron sus vidas en los en los campos de concentración nazis de Mauthausen y Dachau.

Desde que tengo uso de razón solo he oído hablar de los caídos del bando republicano, de las reformas de la Memoria Democrática cuyo articulo 1.2 dice es objeto de la ley el reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, de pensamiento u opinión, de conciencia o creencia religiosa, de orientación e identidad sexual, durante el período comprendido entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la Guerra de España y la Dictadura franquista hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, así como promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva, adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre la ciudadanía y promover lazos de unión en torno a los valores, principios y derechos constitucionales.
¿y el resto?
Y digo yo, si lo que queremos es la reconciliación en general y el reconocimiento a las victimas, ¿acaso no hubo victimas fuera del bando republicano?. Remarco el concepto de fuera del bando republicano, por que ni todo el que cayó en el lado nacional era fascista ni todo el que cayó en el bando republicano, era anarquista y comunista.
Yo desde esta humilde tribuna reclamo la memoria de los, al menos, 18 montillanos que murieron en manos de los republicanos por el simple hecho de no ser republicanos.
Según el historiador Arcangel Bedmar, la represión durante la guerra civil no fue patrimonio del bando franquista. Como consecuencia del golpe de Estado, en la zona republicana se desató un “terror rojo” que colocó también a miles de personas ante los pelotones de ejecución.
Sirva de ejemplo de los enemigos de la República montillanos, entre los fusilados estaban Tránsito Salamanca y su hijo Manuel, de 8 años, tiroteados en Cortijo Blanco; en una “saca” colectiva cuatro jóvenes labradores, dos de ellos hermanos en un algodonal entre Montoro y Villa del Río; un abogado, un guardia civil y un empleado de banca, residentes en Madrid y que terminaron en una fosa común de más de mil personas en Paracuellos del Jarama; un labrador en Castro del Río, un sacerdote salesiano en Ronda (Málaga) y tres jornaleros en Espejo…. todos vecinos y/o montillanos que nadie reclama su memoria, la memoria de la barbarie.

- Alejandro Afán Moreno, 23 años, labrador, 1 de octubre de 1936, entre Montoro y Villa del Río.
- Manuel Aguilar Salamanca, 8 años, 7 de septiembre de 1936.
- Juan Cañero González, 25 años, 2 de septiembre de 1936, en el cementerio de Espejo.
- “El Caragato”, 2 de septiembre de 1936, en el cementerio de Espejo. (no inscrito).
- “El Chicha”, 2 de septiembre de 1936, en el cementerio de Espejo. (no inscrito).
- Rafael Martínez Feria, 25 años, campo, Barcelona en agosto de 1938
- Miguel Molina de la Torre, 49 años, salesiano, 28 de julio de 1936, en Ronda (no inscrito).
- Manuel Panadero Jiménez ( o Espejo) “Tuerto Panadero”, en Espejo (no inscrito).
- Matías Portero Rey, 14 años, 22 de agosto de 1936, en la carretera de Montoro y Villa del Río (no inscrito).
- Miguel Portero Rey, 16 años, 22 de agosto de 1936, en la carretera de Montoro y Villa del Río (no inscrito).
- Carlos Rivas Muñoz-Repiso, guardia civil, 20 de noviembre de 1936, en Madrid (no inscrito).
- Tránsito Salamanca Gómez, 49 años, 7 de septiembre de 1936.
- Luis Salas Vaca, 27 años, abogado de la Diputación de Madrid, 6 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jarama (Madrid).
- José Sánchez León, 18 años, labrador, 20 de agosto de 1936, en la carretera de Montoro y Villa del Río.
- Juan Mariano Pérez de Algaba Cuesta, 44 años, empleado del Banco de España, octubre de 1938, en Madrid.
- Andrés Villatoro Pedraza, 43 años, 16 de septiembre de 1936, en la finca El Rabadán de Castro del Río (no inscrito).
- En la posguerra, la guerrilla se cobró también dos víctimas montillanas: el empresario Miguel Velasco Chacón y su chófer Félix Matute Palomares, que murieron asesinados por la banda de “Los Jubiles” cuando visitaban la finca de Los Cerrillos en Lopera (Jaén), el 19 de noviembre de 1939.
Familias destrozadas, odio irreconciliable, dolor, eterno dolor, eso es lo que trae la guerra, cualquier guerra.
Hemos de luchar siempre por la paz, la paz como ausencia de conflicto o enfrentamiento entre personas, y para eso el dialogo, la empatía y el reconocimiento a lo mucho que nos une como especie humana, como españoles y como montillanos, debe ser muy superior a los intereses de unos pocos que solo se acuerdan de los muertos, cuando en su partido huele a podrido.
Para ellos hay víctimas de primera y víctimas de segunda, es una pena las prácticas que realizan, pero hay que asumirlas y combatirlas, ya que llevan así 130 años.
Menos desmemoria histórica, menos enfrentamientos y revanchas del pasado y más atender a las necesidades de los montillanos es lo que hace falta.
Soy Juan Mariano Pérez de Algaba de la Torre, nieto de Juan Mariano Pérez de Algaba cuesta y efectivamente mi abuelo murió en Madrid durante la Guerra Civil, donde trabajaba en el Banco de España, durante uno de los numerosos bombardeos llevados acabo por la aviación alemana, aliada de Franco.
por tanto, el incluirlo en una lista de víctimas de la República es totalmente falso y miente quien lo hace. Y por tanto exigo que se rectifique en honor a la verdad,
Por falsificaciones de la historia como la presente resulta imprescindible la llamada Memoria Histórica
Lamento la perdida de su abuelo como la de tantos otros que perecieron en este terrible conflicto, pero como habrá leído, la relación de difuntos viene recogida por el historiador Arcángel Bedmar, que tiene una nutrida bibliografía sobre la Guerra Civil, la República y aquella época tan convulsa.