Con gran despliegue de medios pirotécnicos, anoche terminó la Feria del Santo, una feria que tuvo sus momentos de mayor afluencia de público el viernes, sábado y el martes, etc con un balance en general positivo, pero la pregunta es la feria del santo, ¿pero de que santo?.
San Francisco Solano, por si a alguno se le ha olvidado, era la Feria de San Francisco Solano, el Santo, el mejor de los montillanos, como reza la copla que a todos se nos llena la boca cuando la cantamos. Y usted, lector inconformista que nos lee, me preguntará ¿a que viene todo este prologo?
Pues bien, como digo Montilla engalanada, las barras repletas de comida y bebida, la música a tope el albero flotando en el aire por el taconeo incesante de los bailaores fiesteros…, mientras tanto el monumento a nuestro insigne Santo, que se inauguró el 28 de enero de 2012, solo lucia un ramo de flores donado por la Hermandad de San Francisco Solano, la suya.
Por parte del consistorio ni una flor de mas, ni decoración especial ni nada de nada, y yo me pregunto, si estamos celebrando la feria en honor a San Francisco Solano, como es que el monumento al Santo está prácticamente abandonado. Sólo hay que darse una vuelta por el barrio del Gran Capitán y observar que la imagen del Santo está bastante sucia, sin contar los recuerdos que las palomas allí depositan.
El exorno floral brilla por su ausencia y si se hacen presentes las malas hierbas. La iluminación, tanto cuesta cambiar el reloj para que este monumento este iluminado más horas estos días de feria?, eso si, mientras tanto la rotonda que preside dicho monumento se llena de luminosas macetas de rosas.
Montilla es así, hacemos una fiesta y no la compartimos con el homenajeado.
Antonio Galán
