El pasado sábado se manifestaron unos 50.000 cazadores y silvestristas de toda andaluces en Sevilla, bajo el lema «Manifestación por la Caza, el Campo y Nuestras Tradiciones» convocada por la Federación Andaluza de Caza (FAC) y la Mesa Andaluza en Defensa de la Caza para exigir el respeto y apoyo de la Junta de Andalucía al colectivo cinegético y silvestrista.
La organización ha calificado el evento como «un día histórico por la participación, unión y fuerza demostrada por el sector cinegético andaluz al completo». La manifestación se desarrolló sin incidentes
La manifestación
Se preveía la asistencia de unas 25.000 personas pero finalmente han participado cerca de 50.000 personas- La longitud fue de 1,8 kilómetros.
- Los manifestantes iniciaron el recorrido a pie a las 11,00 horas en la Torre Norte de la Plaza de España, ha pasado por la sede de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y ha finalizado en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.
- Sobre las 13,40 horas, se leyó en el Palacio de San Telmo un manifiesto para exigir a la Junta que «atienda las reivindicaciones históricas del sector cinegético, silvestrista y agrario».
- Llegaron a Sevilla 300 autobuses correspondientes a sociedades de cazadores y silvestristas de toda Andalucía, a parte de las personas que fueron por sus propios medios.
- Juan Antonio Sarasketa, presidente de la Oficina Nacional de la Caza (ONC)
- José María Mancheño, presidente de la FAC
- Pedro Morrás, de la Asociación Española de Armerías,
- Responsables de las federaciones de Cataluña, Galicia, Navarra o Castilla la Mancha.
La espoleta
Los cazadores y silvestristas andaluces alegan que el motivo del «alzamiento» ha sido
- La resolución de capturas de 2014 que condena al silvestrismo –modalidad de captura en vivo practicada por más de 14.000 andaluces– a su desaparición,
- La «desconfianza» en el sector con cada nueva orden de vedas y la falta de respaldo legal de modalidades como la caza a diente con podencos, la caza de acuáticas, la cetrería, la caza mayor a mano o el aguardo nocturno, «a la espera de la aprobación del Reglamento de Ordenación de la Caza, pendiente desde hace tres años».
- La discriminación que sienten con respecto a los de otras comunidades e incluso a la discriminación de los propios cazadores andaluces entre provincias;
- Guarda de coto de caza: El «menosprecio» de este figura en su labor de vigilancia, gestión y conservación del medio ambiente.
- «Pasividad» de la Consejería para evitar la disminución de la población de perdices y su «inacción» respecto a la enfermedad del conejo.
- La negativa de regular el control de predadores, según recordó la organización agraria Asaja.
Nota redacción
