El 13 de mayo de 2025 ha fallecido de un cáncer de esófago uno de los seres humanos que mejor han demostrado lo que es la calidad humana al servicio de sus semejantes, ha fallecido el expresidente de la República Oriental del Uruguay, Pepe Mújica, ¡Que la tierra le sea leve!
Este ser humano excepcional dedicó su vida a mejorar la vida de los demás a través de la política, si, a través de esa actividad tan denostada y que yo creo que es una de las más útiles para todos los seres humanos, no hay mayor honor que servir a tus semejantes, este hombre que no terminó el bachillerato, se dedicó a intentar mejorar la vida de sus conciudadanos, incluso jugándose la suya en la guerrilla de los tupamaros contra la dictadura cívico-militar de su país Uruguay y pagando por ello con más de 15 años de cárcel, la mayoría de ellos incomunicado de forma inhumana. También, una vez conseguida la democracia en su país, lucho para mejorar la vida de la gente desde la política institucional.
La política como muchas otras actividades humanas es necesaria, que sea honorable o no, depende del honor de quien la ejerce, todos tenemos en mente gente perversa o como diría Don Antonio Machado, “mala gente que camina y va apestando la tierra”, las hay en la política, en la medicina, en la empresa, en el derecho, en el comercio, en los distintos oficios, en fin, como todos sabemos las hay en todas partes. Yo personalmente creo que hay más de aquellas de las que Machado decía “son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan y en un día como tantos descansan bajo la tierra.”
Pepe Mújica ha honrado la actividad política, se ha dedicado a ella sin lucrarse, fue ministro, luego presidente de la nación, luego senador y no cambio de domicilio, siguió viviendo en la granja propiedad de su pareja, en su campo, siguió teniendo el mismo coche, un escarabajo, mientras fue presidente donó el 90% de su salario mensual de 12.000 dólares para organizaciones benéficas, cuando abandonó la primera línea siguió dando charlas y conferencias principalmente a los jóvenes, explicando y argumentando sus valores sociales, explicaciones que ya eran suficientes con su propio ejemplo, recibía en su “chacra” a Jefes de Estado y a ciudadanos corrientes y los recibía del mismo modo, sin protocolo y ofreciendo lo que tenía.
No todos son iguales
Cuando oímos decir que todos los políticos son iguales, caemos en la trampa de los que nos quieren enfadados con todo y con todos, nos quieren desmovilizados porque pensemos como pensemos y votemos a quien votemos, alguien va a gestionar las cosas de todos, que eso es la política, gestionar lo de todos con respeto a cada uno, los que piensan como nosotros, si son honestos, harán una política a nuestro favor, los que piensan lo contrario harán una política contra nosotros y todos hacen una política a favor de los poderosos, de aquellos que tienen capacidad de influir mucho más allá de las urnas.
Pero no todos son iguales, Pepe Mujica es el mejor ejemplo, pero no es el único y aquí en Córdoba, todos podemos recordar a uno que hizo gala de honestidad hasta el final, aunque no llegara a los niveles de poder de nuestro protagonista de hoy.
Muchos que saben que Pepe Mujica era un hombre radicalmente de izquierdas, un ser humano comprometido con su pueblo y con su tiempo y que en su comportamiento cívico no saben cómo criticarle, se centran en su etapa guerrillera, a ese respecto convendría recordar que ya Platón, San Isidoro de Sevilla o Santo Tomás de Aquino entre los pensadores antiguos defienden que revelarse contra la tiranía, no solo es moralmente lícito, es también moral y cívicamente obligatorio.
