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04/12/2021
Maria Garal ha querido homenajear el desayuno de su infancia, en su hogar, pan con aceite y miel, que tienen tatuado ella y su hermana (literal y metafóricamente hablando) y que por tanto, este trabajo, como todas sus obras “está muy atado a la tierra, al lugar de donde soy, de Montilla” para recrearse en este costumbrismo del día a día, en los hogares, en nuestra infancia, y que es la base de todo lo demás.
El poemario se divide en tres partes diferentes de más de veinte poemas cada una: El Olivo; el Vuelo Poético y Titanium, y con ellas trata de evocar “el vuelo que haces desde que estás en casa y eres niña; el cómo te relacionas con tus abuelos; el cómo todo eso te nutre para pasar a una segunda parte y viajar a otras ciudades, a otros países… y cómo te vas reconstruyendo y, a continuación, marchitando, para, al final, por muchos lugares en los que vivas, volver al olivo, que es la sombra y es el consuelo”, ha explicado la autora que precisamente estos días regresa a su tierra, Montilla, también, como dicho, para “recargar las pilas”.
Todos los poemas seleccionados, ha señalado María Garal, destilan por tanto su manera de entender la vida: “Son caóticos, no tienen un lenguaje elaborado y tienen un punto existencialista, como yo”, ha explicado. “Soy un poco locomotora y pienso mucho, e incluso, esto puede resultar un poco agotador”.