Hace poco hemos sabido como una mente perturbada recibió a tiros a la Policía Local y la Guardia Civil en un control rutinario en su casa.
Tras la alerta de un familiar de que un hombre se encontraba con algún tipo de problema, una patrulla de la Policía Local y otra de la Guardia Civil se personaron en la barriada de la Toba de Montilla pasadas las 10:30 de la noche, para conocer el estado de salud de dicho varón que se encontraba en casa de la madre.
Hay que aclarar que del varón de unos 45 años, se sabia que poseía armas de fuego, ya que es cazador y no se le conoce ningún antecedente por violencia ni uso distinto de armas que no sea el propio de la cacería.
Tras comprobar que se encontrada en la casa de la madre y acompañada de la misma, las fuerzas del orden le apercibieron para que abandonara la casa y les acompañara para conocer su estado.
El varón se negó a salir llegando a amenazar con disparar, siendo las fuerzas del orden las encargadas de convencerlo para que permitiera la salida de la madre.
Es en este momento en el que el varón incrementó su estado de ansiedad y realizó dos disparos, momento en el saltaron todas la alarmas ante la nocturnidad del momento que impedía conocer la trayectoria de los perdigones y el estado general del sujeto.
Tras unos momentos de tensión policial, ya que 50 o 60 metros es el radio de efectividad de un disparo de escopeta de perdigones, y comprobar la ausencia de lesionados, llegó a la calma que finalizó a los pocos minutos ya que el hombre se entregó pacíficamente, tras seguramente recapacitar de su acción.
Tras pasar a disposición judicial, fue puesto en libertad con cargos y le fueron requisadas todas las armas.
Antonio Galán
