Es Viernes de Dolores, cornetas, pendones tambores y lanceros escoltan el luto de unas mujeres ataviadas de mantilla para hacer una ofrenda floral a las virgenes de cada cofradía.

El pabellón se convierte en jerusalén pues La Pasión recrean las gentes de Montilla.

Es domingo de palmas y nuestros peques gritan Hosana a Jesus, Nuestro Señor, que bonita la inocencia de esos nazarenitos que lo aclaman con alegría y fervor.

Pero al caer la tarde el cielo de nubes se cubria y no te pudimos al pueblo Presentar, pero la Juventud de esta hermandad te pudo en el templo rezar en un adoremus especial demostrando que Cristo Vive entre los jovenes y nosotros lo sabemos.

Unas gotitas a la hora de la salida caían pero tus costaleras repartieron Perdon por la calles de Montilla.

En el barrio bodeguero no hubo ultima Cena, pero entre las nubes brillaban las Estrellas en el cielo.

En el barrio de la Escuchuela tampoco salió el Zacatecas, pero los militares acudieron al Socorro de su Madre.

Todo era alegría en la casa de Solano, se abrieron las puertas para repartir Humildad y Caridad, que tanta falta hace en estos días. Pero las lagrimas de alguien especial del cielo caían y de vuelta a casa volvía la única hermandad que salió ese día.

Como cada año en el Silencio de la noche y entre tambores roncos se volvió a rezar para que nunca nos falte el Amor del Señor.

En el monte de los olivos no hubo Oración, pero se rezo en los oficios que en las iglesias se hacían. No hubo lanceros Prendiendo al Preso, ni te azotaron amarrado a una Columna, pero la Esperanza nunca la perderemos.

Misericordia Señor y Amargura de su Madre no hubo en la Madrugá por las calles.

A las 8 de la mañana los Romanos fueron a por sus costaleros a la Plaza, como cada año para ir a San Agustín que es Viernes por la mañana y el Nazareno va a salir. Pero al llegar alli solo había vacío y calma. El Rescatao no fue delante con su trono lleno de flores. No hubo lanzada a la Yedra en la calle mas «semanasantera» pero había Dolores en cada uno de tus fieles. Pero si hubo bendición al pueblo, como marca la tradición.

Al caer la tarde, se sentía que era Viernes Santo en Montilla, pues el Descendimiento salía de su capilla. Repartiendo fe a todo aquel que junto a su Madre Encarnacion de emocion se envolvía. Pero al entrar las lágrimas de un costalero volvieron a bajar del cielo, Eternidad y todo CONSUMATUN EST.

De nuevo en San Agustín todo era Soledad de un Cristo Yacente al que no pudimos llorar su muerte por las calles, amigo Miguel no estes triste que todos te tuvimos presente aunque no pudieron acercártelo al cielo para que pudieras besarle.

Y al tercer día Resucitó ante la mirada de las Tres Marías llenado de Paz al mundo entero y a mi pueblo, Montilla.

Ahí quedó! Esta Semana Santa atípica , pero llena de momentos y recuerdos de otros años vividos.

Vámonos de frente y al cielo, que solo faltan 379 días para soñar despiertos una nueva primavera.

Lourdes Garramiola Raya

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *