Si aprendes a multiplicar… siempre tienes la opción de dividir

Otro de los elementos que son garantía de éxito, desde mi experiencia, está en la
combinación de estos cuatro términos que son de uso común en esta disciplina, sumar, restar, multiplicar y dividir. pero que, entendidos de una forma gradual, son, sin duda, garantía del éxito que se pretende.

En Educación, para llegar al estadio final de la división, es necesario aprender a sumar.

La Escuela debe ser un lugar donde el término sumar no puede faltar y para sumar es necesario utilizar el término tolerancia y respeto, que sin duda es la base de la convivencia.

Es imposible sumar cuando dentro de la Escuela, no existe tolerancia y respeto.

Por tanto, tener presente estos dos aspectos y mantenerlos como elementos esenciales de la convivencia es algo que debe potenciar todos los Proyectos y Programas que van en la dirección de hacer de la Escuela un lugar donde se pueda enseñar y educar y no sólo con Programas que celebran eventos, efemérides y días conmemorativos con actividades que “aparte de una pequeña concienciación” no pasan de ser eso: ” conmemoraciones”, si no existe la constancia en el día a día hacen dejar caer esa gota que genera actitudes y formas de vida.

Siempre hay justificaciones para todo, pero debemos aceptar que siempre es necesario hacer autoanálisis del quehacer diario por todos los sectores de la Comunidad. Lo mismo es hora de pensar qué se enseña y para qué, entre otros motivos porque puede existir una disfunción entre el currículum y las necesidades actuales.

Para sumar es necesario desterrar la idea, igualmente generalizada en algunos sectores, de
que “al contrario, ni agua”. Un centro que acepta este criterio como elemento de “suma”,
posiblemente está introduciendo el otro término de “resta”. Es necesario escuchar y aceptar lo que de positivo hay en las propuestas, vengan de donde vengan. Es la única forma de sumar.

La resta se utiliza para quitar y quitar implica eliminar aquellas actitudes de prepotencia que nos lleva a la exclusión, así como todo aquello que impide poder multiplicar.

La suma de iniciativas y de propuestas hace que empecemos a “multiplicar”, que en definitiva es sumar con más facilidad.

Si multiplicamos es porque aumentamos y aumentamos en iniciativas, en ganas, en
motivación en creer que para que el alumnado se motive, tiene que haber personas que
contagien.

Queda claro que la boca, siempre habla de lo que hay en el corazón y es muy difícil que el
alumnado se contagie si quienes trasmitimos no lo hacemos convencidos.

Queda claro que en los espacios existen sensibilidades y si no las hay no hay forma de
trasmitirlos. Si en una escuela hay gente que sepa trasmitir, siempre se le recordará como aquel maestr@ que luchaba por lo que creía y así lo trasmitía. Si en una Institución hay sensibilidad hacia algo concreto, en ese lugar se siente y se pone en marcha.

Multiplicar nos permite dividir, que en definitiva es repartir. Repartir vida, repartir cuanto de
bueno tenemos, en vez de magnificar aquello que tenemos que mejorar y que cada día lo
intentamos.

Queda claro que por el mar no corren las liebres, ni por el monte las sardinas, que es lo mismo que decir que, en la escuela hay que trabajar y saber hacerlo para poder obtener resultados.

Por eso, no todos entienden de esto, no se puede jugar a ser maestro, porque ser maestro, no es un juego. La práctica del día a día es la que hace al maestro. Es la que le proporciona estrategias, recursos, psicología, pedagogía para ser, estar y ser competente en el dominio de la clase, del grupo, del espacio, de lo que cada día surge y hay que solventar sobre la marcha.

Los papeles, son los papeles, la teoría es la teoría, pero …el día a día es otra historia que sólo el maestro sabe y conoce. Al maestro, lo que es del maestro, al médico, lo que es del médico, al abogado, lo que es del abogado, al fontanero, lo que es del fontanero …y a los que entienden de todo y no saben de nada…a prepararse.

Siempre habrá quien entienda de todo y no sepa de nada. Por eso es interesante saber que “es bueno preguntar y parecer “tonto” por cinco minutos, siempre con respeto y educación ,en vez de no preguntar y ser “imbécil” toda la vida”.

Ojalá nos dediquemos a sumar porque para restar …ya hay muchos que lo hacen.

Paco Llopis Maestro

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