La Comisión Europea reconoce que se dan prácticas fraudulentas en las importaciones de miel que llegan a la UE. Hasta el 46% de las muestras estaban adulteradas.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha exigido actuaciones urgentes a la Comisión Europea y a los Gobiernos para que pongan freno al fraude detectado en la importación de mieles. Aunque los apicultores llevan tiempo denunciando estos hechos, la publicación de dos informes de la Comisión Europea ha potenciado las reclamaciones del sector para que se detenga esta “tropelía” con apicultores y consumidores.
Los investigadores europeos sospechan que en el 46% de las muestras analizados se han añadido jarabes, una práctica conocida como adulteración. El 74% de las muestras de miel chinas, el 93% de las turcas y el 100% de las británicas se consideraron “sospechosas” de contener jarabes de azúcar.
El Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias europeo (COPA-COGECA) ha explicado que, si prácticamente uno de cada dos productos melíferos que llegan a la Unión Europea está adulterado, quiere decir que el 20% de toda la miel que se consume en la UE lo está. “Para colmo, algunas de estas mieles falsas entran en la UE a un precio irrisorio de 1,5€/kg desde un número relativamente pequeño de países. […] Estamos ante una auténtica catástrofe apícola en la UE”, señala el organismo.
Los apicultores llevan semanas manifestándose por toda España, y lo hicieron el pasado día 9 de marzo frente al Ministerio de Agricultura, exigiendo acciones de apoyo para el sector, que además se ve discriminado en la concesión de ayudas.
“La situación del sector es límite, las mieles nacionales no tienen salida, ni la tendrán, mientras sigan importándose mieles adulteradas a bajo precio que suponen un engaño para toda la sociedad”, han señalado desde UPA. «El Gobierno y las Comunidades Autónomas no pueden quedarse de brazos cruzados».
- Los apicultores exigen que en el etiquetado de las mezclas de miel se debe imponer la obligación de mencionar los respectivos países de origen en orden descendente, junto con el porcentaje que le corresponde a cada uno.
- También creen que la Unión Europea debe actualizar los métodos oficiales a disposición de las autoridades de control nacionales para la detección de posibles fraudes en la miel, así como establecer un centro comunitario de referencia para asegurar la mejora continua de estos métodos.
- En tercer lugar, los Estados Miembro deben reforzar los controles y comprobar sistemáticamente los lotes de miel importados, con garantías de trazabilidad de la colmena al tarro.
UPA aconseja a los consumidores que confíen en las mieles de proximidad de origen español y con Denominación de Origen, marcas de calidad que aportan garantías de trazabilidad y son la mejor herramienta para no adquirir productos fraudulentos.