Sonó la sintonía de la Cadena SER, se encendieron los televisores en las casas montillanas y los candidatos, engalanados y con un tocho de folios bajo el brazo, se expusieron a los ciudadanos para explicarles las medidas que llevarían a cabo en caso de que el electorado decidiera que son la persona adecuada para gestionar la ciudad del vino.
Se vieron muchas propuestas y pocas interpelaciones. No es que anhele los debates abrutados y llenos de medias verdades que se dan en el ámbito nacional, pero eché en falta algo más de jugo a la hora de enfrentarse a las insinuaciones de los otros. Algunas cosas se quedaron en el tintero, pero como yo tengo papel para rato reflejaré lo que, para mí, se quedó en el aire.
Fue un debate a tres bandas y un carril. El carril fue para Paco García, que solo propuso. No entró en disputa con nadie y no habló de lo que se había hecho anteriormente. Se podría decir que no se salió de su papel, también literalmente.
En cuanto al debate a tres bandas, vimos dos contrincantes con algo más de tablas, aquellos que han gobernado, y una candidata de IU que puso en valor los principios asamblearios y de limpieza que Llamas, según defendía, había olvidado durante cuatro años de mayoría absoluta.
¿Se ha reducido la deuda pública en los últimos años? Sí. En el contexto de los generosos fondos otorgados por la Unión Europea. Y así con todo, o con casi todo. Fue el turno para el Pico del Cigarral, un proyecto que lleva parado desde 2012.
El ‘socialista’ hizo gala de “una gestión económica excelente”. Algo que me sorprendió, ya que somos el municipio de la Campiña Sur de Córdoba con más deuda pública per cápita según los datos difundidos por el Ministerio de Hacienda en diciembre de 2021.
Son tres años de gobierno ‘popular’ en el que no se avanzó en el polígono industrial —si bien es cierto que durante su legislatura se comenzó el proyecto y que tenía continuidad en una posible segunda legislatura—, cuatro años de Gobierno en coalición en los que nadie habló del suelo industrial de la zona, y cuatro de mayoría absoluta en los que, quizás lo adivinen, tampoco se habló del tema. Eso sí, antes de que lleguen las elecciones nos hacemos una fotito y retomamos el proyecto.
El actual primer edil también propone dotar al Pico del Cigarral de viviendas en lugar de destinar la totalidad del suelo industrial para eso, industria. Claro que en el contexto de una escala demográfica descendente en el que Montilla necesita población y no más viviendas, la propuesta pierde valor o directamente su valor desaparece.
De esta forma, se busca una “Montilla amable para convivir”, aunque para fijar a la población en nuestra ciudad lo que presumiblemente hace falta es tejido empresarial y no más viviendas vacías.
También habló Llamas para esa Montilla que quiere, de “un transporte urbano público y gratuito”. Es curioso que el mismo que decidió suprimir el único transporte público de la ciudad, el Total, ahora prometa todo lo contrario.
Federico y Rosa por su parte, recordaron al candidato socialista que Montilla no está en las buenas condiciones que él mismo propaga. Algo en lo que podemos estar de acuerdo los candidatos y un servidor ya que, calles bien asfaltadas no lo son todo para determinar si una
ciudad progresa o retrocede.
En este sentido, la alcaldable por IU sacó a la luz algo bastante interesante: el cambiante criterio del actual equipo de Gobierno frente a diversas cuestiones. Llamas lo negó, pero es evidente que es cierto por el rastro de notas de prensa que el consistorio ha ido dejando a lo largo de los últimos años.
Algo así pasó con la tendencia a cambiar la Feria del Santo y convertirla en una comuna de verbenas. Se anunció, el pueblo levantó la voz y se retiró la propuesta. Pero ahí quedó la nota de prensa, por mucho que nos intentasen dejar de mentirosos a los que opinamos en contra de la propuesta.
Un tema, por cierto, del que no se ha hablado durante toda la campaña ¿Volverá el PSOE, si gobierna, a proponer una disolución de la Feria del Santo?