ASAJA tacha de liliputiense el presupuesto andaluz a las políticas de empleo agrario


El presupuesto de la Consejería de Agricultura y Pesca vuelve a perder peso específico dentro del montante total de la Junta de Andalucía, bajando a mínimos históricos (en un 7,6%) para un sector que aporta más del 10% al PIB de Andalucía, que pese a la falta de apoyo ha crecido un 0,4% en el primer semestre y es uno de los pocos sectores que mantiene el empleo en nuestros núcleos rurales. 
El director general de ASAJA-Andalucía, Vicente Pérez,  ha lamentado que el Ejecutivo andaluz valore tan poco su agricultura y haya reducido el apoyo presupuestario a este sector a su mínima expresión, puesto que la Consejería de Agricultura tan sólo supone el 2,44 % del presupuesto de la Junta de Andalucía para 2014.
Vicente Pérez ha criticado la deriva presupuestaria de la Junta de Andalucía, cuyo presupuesto para 2014 sufre un recorte del 3,5 % con respecto al de 2013 y pasa de los 30.700 a los 29.619 millones de euros, volviendo con ello a los niveles presupuestarios del ejercicio de 2007, “este recorte es fruto de los tiempos que corren y en sí mismo no resulta llamativo, pero sí lo es el hecho de que con ese presupuesto Andalucía deba hacer frente a una deuda de 20.000 millones de euros, que casi triplica a la que teníamos en 2007”. 
Este escenario se agrava cuando se analiza el detalle del gasto y se comprueba que las partidas que más sufren la restricción presupuestaria son precisamente aquellas dirigidas a políticas activas, que son las que nos pueden ayudar a salir de la recesión. Estas partidas disminuyen en un 13,2 % mientras que las partidas de gasto corriente tan sólo se reducen en 1,2 %. Las políticas activas son por tanto las grandes perdedoras del ajuste presupuestario, ya que soportan más del 46 % del recorte. 
Se trata de un presupuesto que nos deja con una administración más cara, menos eficiente, con menos políticas activas, que son las que generan empleo, y más endeudada. 
El presupuesto de la Consejería de Agricultura se recorta más del doble del presupuesto global de la Junta. El presupuesto global se reduce en el 3,5 % y el presupuesto de agricultura se reduce en el 7,6 % con respecto al presupuesto de 2013, que ya era muy bajo. 
Así, el presupuesto de la Consejería de Agricultura, sin contar la pesca, alcanza los 692,3 millones de euros, un 34 % de este presupuesto se destina a gasto corriente, por lo que el presupuesto para el desarrollo de políticas activas y para dar impulso al sector agrario es muy exiguo. 
Esta reducción presupuestaria para el ejercicio de 2014 mantiene en la inanición a algunas de las líneas que la Consejería de Agricultura tenía ya prácticamente abandonadas, como los seguros agrarios o la incorporación de jóvenes, línea cuya convocatoria de ayudas no se abrió siquiera en 2012 y volvió testimonialmente en 2013. 
Con todo, lo más preocupante es la reducción en un 14,25 % de la rúbrica 7.1.C. la destinada a reforma y mejora de estructuras agrarias. La reducción del presupuesto de esta rúbrica dejará casi sin dotación a dos de las medidas que mejor habían funcionado en las legislaturas anteriores, la modernización de regadíos y la mejora de caminos rurales. 
Así pasaremos de las 31.735 hectáreas de regadío modernizadas en 2013 a 9.700 en 2014, mientras que en arreglo de caminos el giro es más dramático, pues pasaremos de los 1.316 Km arreglados en 2013 a tan solo 19 km en 2014, poco más de 2 kilómetros por provincia. 
El arreglo de los caminos rurales, las vías de comunicación con las que cuentan las explotaciones agrarias para dar salida a sus producciones y para dotar a sus cultivos de los insumos necesarios es crucial para los agricultores y ganaderos andaluces, por lo que ha constituido uno de los “leitmotiv” de todas las manifestaciones y reivindicaciones de ASAJA-Andalucía que consiguió que se pusiera en marcha un plan específico para este fin “Encamina2”, que el presupuesto de 2014, con su actuación en 19 Km en toda Andalucía, va a dejar definitivamente orillado en la cuneta, pese a que la red de caminos rurales se encuentra aún en un estado muy deficiente. 
Otra de las rúbricas que sufre una brutal reducción es la 7.1.F. la que contempla el apoyo al sector productor agrícola y ganadero, otra de las líneas de política activa que para el ejercicio de 2014 experimenta una reducción presupuestaria del 42,63 %.
En un presupuesto plagado de sombras, la única luz viene del ligero incremento que se le da al programa 7.1.E. de incentivación del sector agroindustrial, cuyo presupuesto se incrementa en un 3,46 % hasta alcanzar los 84 millones de euros, y el incremento brutal del programa 7.1.H. de desarrollo rural, que se incrementa en un 80 %, fruto del efecto arrastre de las cantidades no ejecutadas en años anteriores y del bajo nivel de ejecución en los últimos 12 meses, por lo que en Andalucía, tal y como ha indicado Vicente Pérez en su comparecencia “más de de desarrollo rural deberíamos hablar de desarrollo durmiente”. 
Respecto a la Consejería de Medio Ambiente, Vicente Pérez, ha criticado el recorte de su presupuesto en un 12 %. Recorte que va, al igual que ocurre en el presupuesto de la Consejería de Agricultura, a aquellas medidas más necesarias, las que son capaces de movilizar recursos y generar empleo. El programa de actuaciones en materia de aguas (encauzamiento, ordenación y restauración ambiental de márgenes y riberas, ciclo integral del agua) ven mermado su presupuesto en un 17 %, el presupuesto de gestión del medio natural (prevención de incendios, conservación y restauración forestal) se reduce en un 12 %.
En su comparecencia, el director general de ASAJA-Andalucía, Vicente Pérez, señaló que el «recorte» de los presupuestos de las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente es mayor que la media de bajada de las cuentas andaluzas, de lo que se deduce que «la Junta le da mucha menos importancia al sector agrícola y medioambiental».
Asimismo, Vicente Pérez concluyó advirtiendo que “con estas cuentas que presenta el Gobierno andaluz soportaremos una administración regional más cara, menos eficiente, más endeudada y con menos políticas activas que son las que generan empleo”.
Por último, Vicente Pérez ha insistido en que “debe hacerse un riguroso seguimiento del grado de ejecución de los presupuestos” e instó a la Consejería de Hacienda a “mantener una actitud más transparente y a proporcionar a los agentes sociales completa información sobre el grado de ejecución presupuestaria”. 


Fuente: Asaja

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