Montilla celebra una nueva edición de su Noche Blanca los días 27 y 28 de junio, con más escenarios, más grupos y un nuevo formato que apuesta por la música local y la diversidad de estilos.
La Noche Blanca regresa a Montilla con una edición renovada y más ambiciosa que nunca. El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Festejos, apuesta por un nuevo formato que amplía la programación a dos días —viernes 27 y sábado 28 de junio— e incorpora un total de tres escenarios y más de una docena de grupos, la mayoría locales, consolidando así esta cita como un escaparate imprescindible para la música montillana.
El concejal de Festejos, Miguel Sánchez, ha subrayado que la edición de este año “viene cargada de novedades” y que la voluntad municipal ha sido “reinventar el formato para dar cabida al creciente número de grupos que desean participar”. Fruto de esta ampliación, el viernes se celebrará un previo de Noche Blanca en la plaza Dolores Ibárruri con actuaciones de los coros locales Prudencio Molina y La Tradición, además de grupos de música de versiones y creación propia.
El sábado 28, la ciudad volverá a contar con tres grandes escenarios:
- Dolores Ibárruri, con música de versiones para todos los públicos;
- Plaza de la Rosa, dedicada íntegramente a la música original de grupos montillanos;
- Paseo de las Mercedes, donde el flamenco será protagonista, incluyendo propuestas innovadoras como la incorporación de violín y bajo.
Entre los grupos participantes destacan nombres locales consolidados como Fils Urbain, Renacimiento, Segundo Premio, Paraguas de Lana, Taipán, o Pirámide. También volverán artistas habituales del flamenco montillano como Mariví Heredia o Manuel Calero, junto a nuevas incorporaciones que “aportan frescura y variedad”, ha apuntado Miguel Sánchez.
El nuevo planteamiento permite ampliar el tiempo de actuación de los grupos, “evitando los conciertos exprés de años anteriores” y manteniendo el equilibrio con el descanso vecinal. La programación finalizará en torno a las 2:00 h.
Esta edición de la Noche Blanca —que cumple más de una década de historia— busca además acercar la música a distintos barrios, con escenarios concentrados en el centro pero con vocación de rotar en futuras ediciones. “La Noche Blanca nació como una actividad para dinamizar el comercio local, y sigue siendo eso: un punto de encuentro entre la cultura y la ciudad”, ha remarcado el concejal.
Por último, el propio Miguel ha agradecido el compromiso del tejido musical montillano y ha destacado el incremento presupuestario de esta edición, que “no solo ha permitido mejorar infraestructuras, sino sobre todo garantizar que ningún grupo local se quede sin espacio para actuar”.