Son muchas las historias que hemos escuchado a lo largo de la historia sobre brujas, magos y hechizos poderosos. Este tipo de historias han sido contadas a lo largo y ancho del planeta, desde Brasil hasta el centro de Europa pasando por nuestra localidad con el caso de “La Camacha”, una de las brujas más conocidas de la zona a mediados del siglo XVI.
Veamos a continuación porqué nuestra bruja más conocida se hizo famosa y otros hechos relacionados tanto dentro como fuera de España.
La bruja de Montilla que Cervantes inmortalizó
La caza de brujas que tuvo lugar en tierras europeas entre 1450 y 1700 no pasó desapercibida en Montilla ya que en la localidad vivían unas conocidas brujas conocidas como “Las Camachas” que tuvieron que pasar por el Tribunal de la Inquisición por cometer delitos vinculados con la brujería y la hechicería.
Este hecho fue recogido por Cervantes en “El coloquio de los perros” dentro de “Novelas Ejemplares” y escritas entre 1590 y 1612.
La bruja que destacó en los relatos de Cervantes es Leonor Rodríguez que en su edad adulta se trasladó a Córdoba para vender paños. Tras unos años con asuntos pendientes con la justicia por su afición a la magia, le devolvieron todos sus bienes despojados, así como un permiso para volver a Montilla. Después de 53 años dedicados a la hechicería, falleció en 1585. Según la historia de la magia y las hechiceras, Montilla fue un foco de atracción para brujas y hechiceras ya que entre 1483 y 1800 se llegaron a encausar a 45 de ellas según el tribunal de Córdoba.
Supersticiones nacionales: números y hechos
En España existen muchas supersticiones en las que muchos creen y otros sin embargo no hacen caso alguno. Seguro que has oído hablar de que cuando se te rompe un espejo puedes tener muchos años de mala suerte por delante, como si de una maldición impuesta por una bruja se tratara y es que el espejo era un instrumento para adivinar el futuro como bien lo hacía la bruja en el cuento de Cenicienta recreado por Disney y cual versión ‘no’ animada se puede ver actualmente en el catálogo online de Netflix.
Otra de las supersticiones más comunes entre los españoles está basada en los números. Y es que el número 13 es un número de mala suerte según muchos supersticiosos, incluso en el extranjero creen en esta creencia y es que según una infografía de Betway, en Estados Unidos de América muchos bloques se saltan el piso número 13. ¿Por qué? Suponemos que para hacer un favor a la triskaidekafobia o lo que es lo mismo, a los que tienen miedo a este número. Pasar por debajo de la escalera es otra de las supersticiones nacionales que más conocemos y es que hacerlo supone atraer la mala suerte. Esto de debe a que la escalera forma un triángulo junto a la pared y los triángulos eran un símbolo sagrado antiguamente. Se creía que con tan sólo cruzar los dedos podías salvarte de esa mala atracción.
Otras brujas y sus leyendas en España
En el folclore español existen numerosas historias e incluso más brujas o hechiceras que se han dado a conocer gracias a los libros, a los cuentacuentos o a relatos importantes como el comentado anteriormente del ilustre escritor Miguel de Cervantes. Sin ir muy lejos, en las Alpujarras de la provincia de Granada, se fundó la localidad de Soportújar por hechiceras en la época de la Inquisición, convirtiendo así este pueblo en su refugio a donde acudían muchas brujas o meigas gallegas. Hoy en día se puede visitar la Feria del Embrujo en verano y su Centro de Interpretación de la Brujería como centro para descubrir cómo la brujería influyó en este pueblecito a 940 metros de altura sobre el nivel del mar y que cuenta con menos de 300 habitantes en la actualidad. En tierra de meigas, concretamente en San Salvador de Coiro (Pontevedra) hay una pequeña península “mágica” conocida como “península del Morrazo”. Parte de la población de esta localidad estaba constituida por meigas que se reunían en la playa para celebrar sus rituales después de que la campana de la Iglesia sonara, el misterio en todo esto es la activación de la campana ¿quién la hacía sonar? Tras las dudas de sus residentes, muchas meigas fueron condenadas por hechicería a comienzos del siglo XVI.
Las supersticiones e incluso las brujas, como hemos visto en este artículo, se encuentran en todos lados, desde localidades tan cercanas como la nuestra propia o vecinas como en Granada hasta creencias sobre números o hechos que queramos o no siguen estando muy presentes entre algunas personas.
