La población del alzacola rojizo se mantiene en Montilla mientras que se extingue en muchas otras

Finalizando ya las II Jornadas sobre el alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes) en Almendralejo (Badajoz), en las que han participado grandes conocedores de la especie de las distintas zonas españolas por donde se distribuye.

Durante las jornadas se han expuesto los datos preliminares del censo 2017/18, constatándose la catastrófica situación en la que se encuentra la especie en la mayor parte de sus zonas de distribución ibérica, con la aparente excepción de la mayor parte de las poblaciones extremeñas y los núcleos de Trebujena-Jerez de la Frontera (Cádiz) y Montilla (Córdoba).

En el resto de provincias en las que se han mostrado resultados: Alicante, Ciudad Real, Córdoba, Huelva, Jaén, Murcia y Sevilla, sus poblaciones se han reducido en los últimos 13-14 años hasta un 70-90%, con numerosas extinciones locales.

Aparentemente las causas principales derivan de la intensificación agrícola: aumento y homogeneización de la superficie de olivar, intensificación del olivar (especialmente la creciente superficie de olivar superintensivo), pérdida del mosaico agrícola mediterráneo de cultivos leñosos (pequeñas parcelas de olivos, viñedos, almendros,…), aumento en el uso de fitosanitarios, pérdida de linderos,…, a las que hay que sumar otras problemáticas como la urbanización del territorio en algunos núcleos de población, con el consiguiente aumento de depredadores oportunistas como gatos y ratas; la expansión de la urraca; incendios forestales y el proceso de desertificación de ciertos núcleos, etcétera.

Otro ejemplo más de especie ligada a medios agrarios tradicionales cuyas poblaciones se desploman en los últimos 10-15 años. Se hace urgente la toma de medidas destinadas a hacer compatible los medios agrícolas actuales con la conservación de la biodiversidad, especies comunes hasta hace unos pocos años van camino de convertirse en anécdotas del pasado.

Hay que destacar la importancia que cobra la aparentemente abundante población de alzacolas presentes en los olivares de Tierra de Barros, y probablemente de alguna otra comarca extremeña, convirtiendo a Extremadura en una de las regiones con mayor responsabilidad para la conservación de la especie. Se hace preciso tomar medidas que favorezcan el mantenimiento del mosaico de cultivos existente, evitando la homogeneización y pérdida de diversidad que ya han sufrido en otras zonas.

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