La biomasa andaluza daría energía a 830.000 personas

La principal fuente de este potencial es la biomasa del olivar: el conjunto de podas, hoja de almazara, orujo, orujillo y hueso de aceituna, subproductos que son aprovechados como biocombustibles de elevada calidad y que suponen aproximadamente el 40% del potencial total. Pero cuenta también con residuos agrícolas procedentes de invernaderos, de viñedos, del cultivo del girasol, así como de cultivos energéticos y residuos forestales.

Según los datos de la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, de las 8.759.700 hectáreas que configuran Andalucía, un 29,6% es forestal y un 44,3% agrícola y de este, el olivar supone casi el 39% de la superficie agrícola y su aprovechamiento energético permite la sustitución de combustibles fósiles, un mayor autoabastecimiento, diversificación energética y contribuir al mantenimiento de la actividad en zonas rurales.

En cuanto a la distribución por provincias del potencial de biomasa destacan tres: Jaén, Sevilla y Córdoba, que suman el 60% del total.

Biomasa en Andalucía

Andalucía cuenta con 18 plantas de biomasa con una potencia total instalada de 257,48 MW, que en 2013 tuvieron un consumo de casi 724 ktep, cifra que sitúa a la región a la cabeza en el panorama nacional. A ello se suman otras 17 instalaciones de biogás con cerca de 30 MW, ubicadas en vertederos y en depuradoras de aguas residuales.

La región es además, la primera comunidad en consumo de biomasa con 514.000 toneladas equivalentes de petróleo en 2013 y cuenta actualmente con ocho fábricas de pélets en funcionamiento. Es líder también en producción de biocarburantes, con once plantas operativas que suman una capacidad  de 1.281,8 ktep/año, siete de biodiesel, dos de ETBE y dos de hidrobiodiesel.

Andalucía está situada a la cabeza del uso de la biomasa térmica en el ámbito nacional y cuenta con un censo de 23.744 instalaciones entre calderas, estufas, chimeneas, secaderos y generadores de aire caliente que, en 2013, precisaron del consumo de 514,8 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo).

Entre los diferentes biocombustibles empleados destaca la biomasa procedente de la madera, con un 53% y del olivar, con un 42%. De estas instalaciones, hay que señalar que el 94% de ellas se concentran en el sector residencial.

Tal es el potencial de la biomasa que a su alrededor ha crecido un importante tejido empresarial y actualmente existen unas 220 firmas en este sector, que generan alrededor de 1.000 empleos.

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