El dinero en cuenta corriente o en plazo fijo deja cada vez menos, haciendo que la rentabilidad de los depósitos bancarios sea escasamente interesante. Hoy analizaremos que es lo que está pasando.
El tipo de interés medio de los depósitos bancarios en España ha caído al mínimo histórico del 0.21 %. Y es que en estos momentos las entidades se financian a través del Banco Central Europeo (BCE) con tipos cercanos al 0 %. Este es el principal motivo por el que las entidades financieras ya no entran en una guerra de rentabilidades elevadas en busca del pequeño ahorrador.
Es difícil encontrar algún depósito bancario que supere el 0.5 % sin que obligue a traspasar la nómina o pensión así como recibos de suministros, incluso algunas ofertas van más allá, condicionando a tarjetas y seguros.
¿Cómo actuar en esta situación?
Si tenemos en cuenta que en estos momentos no existe inflación, por lo tanto no perderíamos poder adquisitivo, muchas veces la mejor opción es dejarlo en la cuenta a la vista. Tenemos que tener muy claro que en contextos de tipos de interés al 0 %, no existen activos en el mercado que generen rentabilidades aceptables, salvo que soportemos componentes de riesgo y volatilidad.
Precaución con lo que nos ofrezca el comercial de la sucursal bancaria, pues no será un plazo fijo, sino una alternativa más rentable para ellos. Aquí la codicia y la ausencia de un asesoramiento profesional independiente nos pueden volatilizar una parte de nuestro ahorro. Todos recodamos aun lo que ocurrió con las preferentes, deuda subordinada, bonos convertibles, acciones de Bankia, etcétera.
Sepan los consumidores que entrará en vigor la segunda edición de la directiva europea para proteger a los pequeños inversores (Mifid 2), en enero de 2018 en lugar de en 2017 como estaba previsto.
En la comunidad financiera Bankavá te ampliamos la letra pequeña, ya no irás solo al banco, la unión hace la fuerza.
Juan Ramón Martínez
CEO de Bankavá
