En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONICIÓN

Queridos hermanos: nos encontramos hoy en este cementerio para recordar a nuestros hermanos que murieron en la paz de Cristo y confiarlos con fe y esperanza, al amor de Dios Padre. Por el bautismo
fueron incorporados a la Iglesia, la familia de Cristo y, unidos a nuestra comunidad participaron asiduamente en la mesa del Señor. Pidamos, pues, ahora a Dios que los creó, los alegre también en el banquete de su reino y que puedan gozar con los santos y elegidos de los premios eternos.

ORACIÓN COLECTA

Autor de la vida, acuérdate de nuestros hermanos, familiares y bienhechores que, confiando en ti, ha ido a su descanso eterno; y, ya que este primer mundo acabó para ellos, alégralos ahora en tu paraíso, donde ya no hay llanto ni luto ni dolor, sino paz y alegría con tu Hijo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. R/.
Amén.

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,37-4)

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
– «Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.

Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».

Palabra del Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hacia ti, Señor, levantamos nuestros ojos; contempla, Señor nuestra tristeza, fortalece nuestra fe y concede a nuestros hermanos difuntos el descanso eterno.

1.- Tú que resucitaste a los muertos, concede la vida eterna nuestros hermanos. R/. Te lo pedimos, Señor.
2.- Tú que desde la cruz prometiste el paraíso al buen ladrón, acoge a nuestros hermanos en tu reino. R/. Te lo pedimos, Señor.
3.- Tú que experimentaste el dolor de la muerte y resucitaste gloriosamente del sepulcro, concede a nuestros hermanos la vida feliz de la resurrección.

R/. Te lo pedimos, Señor.
4.- Tú que lloraste ante la tumba de tu amigo Lázaro, dígnate enjugar las lágrimas de quienes lloramos la muerte de nuestros hermanos.
R/. Te lo pedimos, Señor.

V/. Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad
V/. Padre nuestro, Ave María, Gloria
V/. Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad

ORACIÓN Y RESPONSO FINAL

Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que tus siervos, que han salido de este mundo, perdonados de sus pecados y libres de toda pena, gocen junto a ti la vida inmortal; y, cuando llegue el gran día de la resurrección y del premio, colócalos entre tus santos y elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

V/. Señor, + dales el descanso eterno. R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.
V/. Descansen en paz. R/. Amén.
V/. Sus almas y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. R/. Amén.
V/. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.